Lo más importante...

La nota hablaba de “un viaje interno hacia algún lugar” y relataba la búsqueda de una persona de “su segunda oportunidad” imaginando que en dicha ocasión, podría hacer las cosas mejor que en la primera. Luego detallaba de qué manera se instaló en un lugar remoto, alejado de la civilización, cerca del mar y lo que sintió allí... “la soledad que atraviesa, que se ve, que está presente... allí irremediablemente uno se conecta consigo mismo... es al transitar esos mundos internos que uno descubre que es una cosa muy pequeña”

Por lo general el ser humano no alcanza a comprender la necesidad real de su alma, no encuentra “el” lugar hacia donde viajar internamente y permanece en constante e infructuosa búsqueda.

Y por ello es que la mayoría busca una segunda oportunidad de vida bien vivida, sin entender que la solución no se encuentra solamente en “vivir” bien sino en morir “mejor”:

• “Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien, con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros” (Filipenses 1:20-24)

Podemos llegar a vivir bien o muy bien aquí en la tierra, ya sea en esa primera o segunda oportunidad, pero sin tener la “esperanza y la gloria” de la cual nos habla la Palabra de Dios:

• “Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os de espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos” (Efesios 1:17-18)

Y como no tenemos conocimiento exacto de los Planes que Dios tiene para cada uno de nosotros en particular, debemos apropiarnos de sus promesas generales, sabiendo que va a acompañarnos y fortalecernos en cualquier circunstancia que debamos atravesar:

• “Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmos 32:8)
• “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10)

Y esta vida se vive más plenamente con los ojos puestos en la eternidad:

• “...habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio” (Colosenses 1:4-5)
• “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:3)

Recordemos: Cada paso en la vida, nos encamina hacia la eternidad... con este pensamiento deberíamos vivir...

TBS