jueves, 15 de noviembre de 2012

Vivir sin luz...


Así expresaba el titular la odisea de miles de personas que permanecieron sin luz durante 5 y más días debido a un desperfecto mecánico en la planta prestadora del servicio. Luego detallaba “el drama de...” enumerando los inconvenientes, las incomodidades y aún los graves problemas que esta situación provocó más allá de la oscuridad en sí misma como los alimentos descompuestos por falta de frío, la dificultad de conseguir bebidas frías en días de excesivo calor o el uso de aire acondicionado en las viviendas.

La Biblia nos habla de la oscuridad que nos embargaba cuando no conocíamos al Señor y ésta era nuestra realidad:
  • “El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan” (Proverbios 4:19)
  • “Entonces Jesús le dijo: Aun por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va” (Juan 12:35)
Pero Dios hizo la diferencia en Cristo, dándolos una luz verdadera:
  • “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo... Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado... Y esta es la condenación, que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas... Mas el que practica la verdad viene a la luz... Otra vez Jesús les habló diciendo: Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Yo, yo la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas” (Juan 1:15, 3:19-21; 8:12; 12:46)
  • “Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2 Corintios 4:6)
La luz que recibimos de Dios no puede ser apagada:
  • “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean nuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:15-16)
Además Cristo nos da una bebida que mantiene un frescor inigualable:
  • “Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz” (Salmos 36:9)
  • “...Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:37-38)
En Efesios 5:8 leemos:
  • “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz”
Recordemos: Así como Dios es Luz, también nosotros podemos andar en El...
TBS

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