martes, 13 de noviembre de 2012

Cantar nuestra canción...


La nota hecha a un conocido cantante decía “no importa la canción” y se refería a que cualquiera que cantara sería buena y que el espectáculo de la gente contenta es hermoso en cualquier parte.

La gente festeja y es feliz con las canciones de sus cantantes favoritos, las tararea, las silba, las repite en un murmullo... Les gustan, les hacen bien, los animan. Y son simples letras que generalmente no dicen o no significan demasiado.

La Biblia nos asegura que nosotros somos y tenemos una canción especial:
  • “...y glorificaban a Jehová todos los días los levitas y los sacerdotes, cantando con instrumentos resonantes a Jehová” (2 Crónicas 30:21)
  • “En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová... He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí” (Isaías 12:1-2)
  • “Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán y confiarán en Jehová... Mi fortaleza y mi cántico es JAH, y él me ha sido por salvación... Cantad a Jehová cántico nuevo; su alabanza sea en la congregación de los santos... alaben su nombre con danza, con pandero y arpa a él canten... regocíjense los santos por su gloria... Exalten a Dios con sus gargantas...” (Salmos 40:3; 118:14; 149)
  • “Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación...” (Apocalipsis 5:9)
¿Qué hacemos con Él? ¿Lo expresamos como hacía el salmista?
  • “Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca, y en medio de muchos le alabaré” (Salmos 109:30)
La Biblia también nos enseña que la angustia y el dolor nos hacen enmudecer:
  • “Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; y se agravó mi dolor... enmudecí, no abrí mi boca...” (Salmo 39:2,9)
¿Expresamos con alegría la nueva canción que tenemos?
  • “Mis labios rebosarán alabanza cuando me enseñes tus estatutos” (Salmos 119:171)
  • “El hombre es semejante a la vanidad... cuya boca habla vanidad, y cuya diestra es diestra de mentira... Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo... Bienaventurado el pueblo que tiene esto, bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová” (Salmos 144)
  • “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones” (Efesios 5:19)
  • “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Colosenses 3:16)
Recordemos: Si Dios nos redimió del pecado y nos dio una nueva canción, no debemos callarla...
TBS

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