La Biblia nos dice: "No seas
sabio en tu propia opinión; teme a Jehová y apártate del mal" (Proverbios
3:7)
En la nota a una actriz y modelo
sumamente mediática y expuesta, ante una pregunta periodística, ella respondió:
“Si yo me veo bien, no me importa la opinión del resto... no me importa lo
que digan los demás”
Es verdad que no podemos manejar
nuestras vidas en función de lo que los demás piensen o digan de nosotros.
Tenemos un camino, y deberíamos andar por él.
Pero sin duda deberíamos vivir y
actuar de tal manera que los demás no tengan nada malo que decir de
nosotros:
-
“Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación... de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído” (1 Tesalonicenses 1:6-7)
-
“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros” (Tito 2:7-8)
-
“Manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras... teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo” (1 Pedro 2:12; 3:16)
Muchas veces podremos considerar que
estamos en lo correcto ante nuestros propios ojos, pero lo importante es
asegurarnos cómo nos ve Nuestro Dios:
-
“El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece el consejo es sabio... Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espíritus... Todo camino del hombre es recto en su propia opinión, pero Jehová pesa los corazones” (Proverbios 12:15; 16:2; 21:2)
En los Salmos 26:2 y 139:1-3 leemos
el pedido y la afirmación de David:
-
“Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón..."
-
"Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos”
El Apóstol Pablo afirmaba:
-
“Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados” (1 Corintios 11:31)
Proverbios 3:1-4 nos enseña a lograr
la aprobación de Dios:
-
“Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres...”
Recordemos:
Asegurémonos de ser aprobados por Dios... y todo lo demás será
añadido...
TBS
No hay comentarios:
Publicar un comentario