sábado, 2 de marzo de 2013

Creciendo continuamente


La Biblia nos dice: “... fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu” (Efesios 3:16)

La nota explicaba: “Modelo en baja... ante el debilitamiento... inducen acuerdos, contienen... estancamiento... particularmente afectados por... pretendió disuadir a... insuficiente para... se redujo la cantidad de beneficios... estancamiento”

En muchísimos ámbitos lo normal es crecer y luego estancarse y decaer. Es lo normal, lo lógico, no se puede humanamente mantener un nivel de crecimiento parejo y constante de manera permanente, sin sufrir altibajos.

Acerca de nuestra vida espiritual, nos ocurre algo similar... humanamente no podemos mantener un nivel de crecimiento, ya que somos nuevas criaturas, pero sin perder nuestra naturaleza humana, y ella es la que nos lleva a pecar, decaer, detenernos, flaquear:
  • “Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?... Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado” (Romanos 7:22-25)
Sin embargo tenemos la consigna de continuar, de seguir creciendo y alcanzar mayor gracia y conocimiento de Dios:
  • “Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios” (Colosenses 1:10)
Y en este proceso, cuando caemos, cuando a nuestro alrededor otros decaen, también tenemos una enseñanza muy clara del Señor sobre la manera de actuar:
  • “Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad... y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmos 32:5)
  • “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados...” (Santiago 5:16)
  • “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones” (Romanos 14:1)
  • “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos” (Romanos 15:1)
  • “También os rogamos, hermanos... que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos” (1 Tesalonicenses 5:14)
Podemos caer, sin duda decaeremos, humanamente seremos débiles, pero debido a ello el Señor nos concede de Su Poder:
  • “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús... Porque aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 Corintios 2:14; 10:3-4)
  • “Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria...” (Colosenses 1:11)
Ante los ojos de Dios no somos modelos en baja... somos afectados por nuestras debilidades, si... pero también somos levantados por su Mano poderosa.

Recordemos: Humanamente caeremos... espiritualmente somos fortalecidos día a día por el Poder de Dios.
TBS

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