La Biblia nos dice: “Porque donde
está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Lucas
12:34)
La nota declaraba enfáticamente:
“Casi tres de cada diez usuarios ‘no pueden vivir’ sin la Web... siempre
atentos a las novedades que se publican, pasan mucho tiempo conectados y
piensan seguir así... En tanto, un 35% usa internet como una herramienta. Tienen
baja dependencia, sin embargo navegan más de cinco horas por día... otro grupo
está alejado de las redes sociales y afirma que su vida seguiría igual si se
dieran de baja en internet”
Me llevó a pensar: ¿Con qué cosas
convivimos? ¿Si perdiéramos cuál de ellas ‘no podríamos vivir’? Aún
cuando esta afirmación no fuera literal, ya que la vida o la muerte no depende
de nosotros sino de Dios:
-
“Jehová lo guardará y le dará vida...” (Salmos 41:2)
-
“...temed a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno” (Mateo 10:28)
¿La pérdida de qué cosas materiales
nos afectaría profundamente? Nos conviene preguntarnos qué nos moviliza o qué
nos emociona.
Al joven rico le era imprescindible
su dinero:
-
“...¿Qué haré para heredar la vida eterna?... Los mandamientos sabes...Todo esto lo he guardado desde mi juventud... Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico” (Lucas 18:18-23)
A Pablo lo impulsaba su
llamado:
-
“conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien, con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:20-21)
Hay cosas buenas y otras no lo son
tanto. Debemos diferenciar a unas de las otras, prestando atención a lo que la
Biblia nos dice:
-
“Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron. Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (2 Corintios 5:14-15)
-
“Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos” (Romanos 14:8)
Este hecho, ¿es una realidad en mi
vida? ¿Para qué, o para quién vivo?
-
“Examinaos a vosotros mismos, si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos...” (2 Corintios 13:5)
-
“Mirad, pues, con diligencia, cómo andéis, no como necios, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5:15-17)
-
“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna” (1 Corintios 6:12)
Recordemos: Debemos
estar atentos, para mantenernos con la mirada y el corazón puestos donde
corresponde...
TBS
No hay comentarios:
Publicar un comentario