jueves, 21 de marzo de 2013

Cada día...


La Biblia nos dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras...” (Efesios 2:10)

Para la carrera que recorre cien kilómetros en altura en el Cruce, en la Cordillera de los Andes, las cosas están organizadas con esmero, prolijidad y evaluando todas las necesidades de sus participantes. Uno de ellos comparte que “El cuerpo se gasta un poco y seguramente pierda alguna uña, pero después se repone... todas las mañanas salgo a correr una hora... luego voy a trabajar”

Los organizadores dicen: “Para garantizar la seguridad de los corredores hay un equipo de rescatistas, helicópteros y todo tipo de vehículos”

Mientras los hijos de Dios nos movemos por el camino que Él nos señaló nos vamos desgastando exteriormente, en mayor o menor medida:
  • “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro... por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día...” (2 Corintios 4:7,16)
Pero, al mismo tiempo, conforme las necesidades se presentan, Dios va preparando y proveyendo y acompañando para que podamos seguir adelante:
  • “Porque los que en nosotros son más decorosos no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular” (1 Corintios 12:24-26)
  • “Por lo tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-20)
¿Existe algún secreto para lograr llegar a esta Meta Celestial? El participante de la carrera en la montaña asegura que “todos los días sale a prepararse”... ¿Lo hacemos nosotros como la Biblia nos dice?
  • “Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. Oh Jehová, de mañana oirás mi voz, de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré” (Salmos 5:2-3)
¿Qué esperamos entonces para comenzar a hacerlo desde hoy? Los elementos están a nuestra disposición... hagamos uso de ellos como Dios nos enseña:
  • “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios... ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica...” (Efesios 6:10-20)
Recordemos: Cada día necesitamos prepararnos para enfrentar los desafíos que se presenten en el camino a la Meta...
TBS

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