¡Trabajo ideal!

La Biblia nos dice: “Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo...” (Éxodo 31:15)

Diferentes personas hablaban acerca de sus trabajos y carreras. Una de ellas decía: "La posibilidad de trabajar es una bendición... no existe el trabajo ideal, sino la intención de que lo que uno haga sea ideal...”

Normalmente las personas trabajan por necesidad y muchas veces no lo consideran algo “disfrutable”... más aún el trabajo como rutina y duro medio de vida fue establecido en tiempo posterior al pecado de Adán y Eva:

• “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra...” (Génesis 3:19)

En muchas ocasiones aplicamos este concepto también a nuestras labores espirituales, a nuestros ministerios. Sin embargo el ministerio es algo que nos fue encomendado por Dios:

• “... me había sido encomendado el ministerio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión” (Gálatas 2:7)
• “Según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado” (1 Timoteo 1:11)
• "Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58)

El trabajo espiritual que realizamos es observado de cerca por nuestro Señor :

• “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” (Hebreos 6:10)
• “Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo” (2 Juan 8)
• “Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador; y que vuestro trabajo resultase en vano” (1 Tesalonicenses 3:5)

¿Valoramos la obra del Señor, la propagación del Evangelio, la enseñanza de la Palabra de Dios? ¿Es una rutina obligatoria para nosotros o la consideramos como el trabajo más ideal que pueda existir? ¿Es una bendición para nosotros trabajar en ella?

El Apóstol Pablo decía:

• “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios... de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria; a quien anunciamos, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre en sabiduría... para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí” (Colosenses 1:24-29)

Que el Señor pueda decir de nuestra labor, como lo hizo acerca de los tesalonicenses mediante la carta del Apóstol Pablo:

• “... de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 1:3)

Recordemos: ¡Trabajar para nuestro Señor ES el trabajo ideal para cada uno de nosotros!

TBS