En Santiago 4:14 leemos claramente de que la
vida: “Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego
se desvanece”
¿Podemos guardar la neblina en una botella
para mañana? ¿Se puede usar la neblina para habitar en ella? ¿Tiene la neblina
la consistencia de una roca? Nuestra vida, como “penacho de humo” aparece por un
breve tiempo y luego se desvanece... Piense en cualquier personaje de la
historia a su elección… ¿No creyó, tal vez, Napoleón que su imperio sería
indestructible? ¿No pensó Jesse Owens que sus victorias en las Olimpíadas de
Berlín, delante de las narices del mismo Hitler, serían imborrables? ¿No
supusieron los Beatles que su fama superaba a la del mismo Cristo?… Todos ellos
vivieron su tiempo y dejaron un recuerdo, pero el paso de los años les ha
colocado en su lugar, el cual es nada más y nada menos que el de personas que
marcaron “una” época. Hoy sus hechos no se pueden repetir excepto por
el ejercicio de la memoria.
David explica claramente en el Salmo 39 que la
vida es pasajera y proclama la necesidad humana de entender este asunto para
comprender cabalmente lo que implica vivir…
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"Hazme saber, Jehová, mi fin. Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy. He aquí, diste a mis días término corto. Y mi edad es como nada delante de Ti. Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Ciertamente como una sombra es el hombre. Ciertamente en vano se afana. Amontona riquezas, y no sabe quien las recogerá" (Salmo 39:4-6)
Sus palabras expresan lo contradictorio de la
vida; sabemos que esta es transitoria pero al mismo tiempo nos afanamos
procurando cosas que no nos permitirán extenderla más allá de lo establecido,
por ese motivo a modo de conclusión él dice: “Y ahora Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en Ti” (Salmo 39:7)
David para referirse a la extensión de la vida
dice: “diste a mis días término corto…”, utilizando la palabra
"palmo" que era la unidad de medida más pequeña de la
antigüedad. Estar demasiados acostumbrados a vivir no nos
permite entender el privilegio que tenemos en nuestras manos…
El escritor Charles Swindoll dice: “el
secreto consiste en la manera de manejar el hoy, no el ayer o el
mañana…”
Ya que vivir es administrar tiempo y para
hacerlo cabalmente necesitamos darle el valor que se merece, ¿Podemos
administrar adecuadamente lo que no valoramos? ¿Ponemos nuestro esfuerzo y
concentración en aquello que pensamos que no vale la pena? ¿Es posible vivir
plenamente cuando no conocemos el valor que tiene el hoy y pasamos nuestra
existencia lamentando el ayer o esperando el mañana?…
Vale la pena tener siempre presentes las
palabras de Moisés:
-
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría” (Salmos 90:12)
Recordemos: La vida es un
privilegio… Descubrirlo marca la diferencia…
DECH
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