miércoles, 14 de agosto de 2013

Vivir como Dios quiere...

En la Biblia leemos: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:11-12)

En la contratapa del diario decía: “Vivir como uno quiere: supremo ideal. Vivir como se puede: la realidad”

Sobre la primera afirmación, la Palabra de Dios nos declara:
  • “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino…” (Isaías 53:6)
  • “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas…  No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas” (Juan 3:19; 7:7)
Sobre la segunda afirmación, nos dice:
  • “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo… gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios pro la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Efesios 2:12; 4:18)
Pero, podemos asegurar que hay una tercera afirmación: “Vivir como se debe”

¿Cómo es esto? La Biblia nos enseña que Dios nos hizo, que le pertenecemos y que por lo tanto, deberíamos ser (y vivir) como Él es y según lo que desea para nosotros como sus hijos...
  • “Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado… Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 1:6; 2:10)
  • “Reconoced que Jehová es Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría, venid ante su presencia con regocijo… Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones” (Salmos 100:3; 103:12)
  • “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas” (Santiago 1:18)
  • “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos” (1 Pedro 1:3)
  • “…a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro” (1 Corintios 1:2)
  • “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra” (2 Timoteo 2:21)
Dios, Nuestro Señor y Salvador espera de nosotros una vida de santidad, una obediencia constante a Su Palabra y una actitud de dependencia ante Su Soberanía y Poder...

Recordemos: Nuestras vidas serán plenas y felices si las vivimos en la Voluntad de Dios...
TBS

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