martes, 20 de agosto de 2013

Nuestro Tiempo…


Conocemos el dicho: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.

Peter Drucker dijo: “El tiempo es el recurso más importante; quien no lo sabe administrar no sabe administrar nada”.

Salomón refiriéndose al tiempo escribe en Eclesiastés una página memorable:
  • “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del sol tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de edificar; Tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; Tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; Tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; Tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz; ¿Qué provecho tiene el que trabaja de aquello en que se afana? Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen de él. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”  (Eclesiastés 2:1-11)
Entender que cada aspecto de nuestra vida tiene un espacio asignado de tiempo es esencial para darle a cada día el valor que le corresponde. Hay momentos donde debemos descansar y otros donde necesariamente trabajaremos; de la misma manera cuando corresponde la risa no la retengamos, ni censuremos el llanto cuando llega. Visitar a un enfermo o un descarriado no parece ser una actividad muy excitante, pero hay tiempo también para esas cosas… Por eso dice Salomón: “Todo lo hizo hermoso en SU tiempo…”

Cada día viene lleno de oportunidades para hacer de nuestra vida una bella obra de arte, especialmente si logramos alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto

Edward Dayton dice:

"Un principio básico para utilizar bien el tiempo es mantener las prioridades debidas. “Lo primero, primero” es un lema que acatamos, pero no siempre cumplimos. Fijar las prioridades, sin embargo no siempre es fácil. El establecer el orden de preferencia exige que primero tengamos metas claras y segundo que las mantengamos en el orden debido"

Recordemos: Cada cosa tiene su tiempo en nuestras vidas… ¡Aprovechemos cada oportunidad!
DECH

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