lunes, 19 de agosto de 2013

¿Ganancia o Pérdida?

Dijimos esto con respecto a la vida: “Quizás no sea esplendorosa o llena de glamour, pero es NUESTRA VIDA la cual contiene todo, absolutamente todo lo que necesitamos para hacer de nuestra existencia algo significativo…”

Usted puede pensar: “Está bien, es bueno ser positivo, pero mucha gente no encuentra nada valedero en su vida, más aún, quizás para ellos despertar por las mañanas se asemeje más a una tortura que a una bendición”.

Es cierto, demasiadas personas sufren situaciones injustas y no tienen nada bueno esperándoles al inicio del día, pero de todas maneras permítame contarle una historia:

“Una fría mañana de invierno del año 1989 me encontraba en la puerta de nuestra iglesia pensando que a pesar de que teníamos un día despejado, las bajas temperaturas iban a condicionar la asistencia a la Escuela Dominical. No había mucha gente en la calle, seguramente todos estaban disfrutando el permanecer un tiempo más en la cama o del desayuno familiar en el abrigo del hogar. De repente una figura que se movía trabajosamente en medio de la calle a un par de cuadras de la iglesia me llamó la atención. No podía creer lo que estaba viendo… Lentamente, con gran dificultad Rubén Darío se dirigía hacia donde yo estaba con un solo propósito: Dar la clase de mayores como acostumbraba hacerlo cada domingo. El tema es que Rubén Darío no era una persona común y corriente; por causa de una enfermedad degenerativa fue lisiado desde su nacimiento, esto lo obligaba a trasladarse en una silla de ruedas…Lo destacado, justamente ese helado día, era que estaba viniendo a la iglesia sin ayuda desde su casa que se encontraba a más de 30 cuadras de distancia… Era un hombre con muchas limitaciones y cargado de sufrimientos, pero esas no eran razones suficientes como para quitarle el entusiasmo y las ganas de vivir. Era alegre, disfrutaba de estar con personas, se integraba perfectamente a cualquier grupo y por sobre todo tenía bien claro cual era el propósito de su vida… disfrutaba de la vida día por día…”

La sabiduría de enfocarse en el presente es un concepto repetido en La Biblia en muchas ocasiones:
  • “No te jactes del día de mañana; porque no sabes que dará de sí el día” (Proverbios 27:1)
  • “Este es el día que hizo Jehová; nos gozaremos y alegraremos en él” (Salmos 118:24)
  • “Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y no vieron el bien. Pasaron cual naves veloces: como el águila que se arroja sobre la presa” (Job 9:25-26)
Por ese motivo, vivir plenamente el presente es un tema crucial. Muchos hombres a lo largo de la historia entendieron que esto es posible si Dios ocupa el lugar principal en la agenda cotidiana, siguiendo la línea trazada por el salmista:
  • “Oh, Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré” (Salmos 5:3)
  • “Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre” (Salmos 145:2)
El presente tiene un valor incalculable, pero no llegamos a entenderlo a menos que miremos hacia atrás y nos demos cuenta si el uso que le dimos a cada día nos agobia o nos llena de sonrisas.

Recordemos: Hoy es un regalo… Mañana puede ser una pérdida…
DECH

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