jueves, 1 de agosto de 2013

Solamente en Dios...

En la Biblia leemos: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo” (2 Juan 9)

Llama poderosamente la atención el esfuerzo de mucha gente por ver, oir o acercarse a una persona religiosa de gran trascendencia mediática en los últimos tiempos. Se leen y escuchan frases como “la difícil vida del peregrino... largas colas bajo la lluvia... soportaron estoicos... largas distancias recorridas... servicios colapsados... los puso a prueba... somos la juventud de... la experiencia fue única... tardamos tres días en llegar y nos quedan otros tantos para volver... pero no importa... valió la pena”
Cuando el Señor Jesucristo comenzó Su Ministerio, muchos lo siguieron por diferentes motivos:
  • “Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase...” (Mateo 19:13)
  • “Cuando vio, pues la gente, que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a Capernaum, buscando  a Jesús. Y hallándoles al otro lado del mar, Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis” (Juan 6:24- 26)
  • “Y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está agonizando; ven y pon las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá...” (Marcos 5:23)
  • “...y de una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades” (Lucas 6:17)
Produce tristeza ver a las personas en necesidad espiritual que se esfuerzan por seguir a seres humanos como ellos, que no pueden dar respuesta a sus inquietudes, y dejan de lado al Verdadero Dios y Padre, y a Su Hijo Jesucristo, que es en quien podemos saciar el hambre de nuestras almas:
  • “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35)
Cuando buscamos en donde no debemos, Dios nos advierte:
  • “Por cuanto me dejaron a mí y quemaron incienso a dioses ajenos provocándome a ira con toda la obra de sus manos...” (2 Reyes 22:17)
  • “Porque dos males ha hecho mi pueblo: Me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua” (Jeremías 2:13)
El Apóstol Pablo aclaraba en Hechos 24:14 y Colosenses 2:8...
  • “Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas”
  • “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”
Dios decía a través del profeta:
  • “Proclamad... No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí. Mirad a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más” (Isaías 45:21-22)
Los apóstoles dijeron:
  • “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12)
Recordemos: No busquemos en ningún ser humano  lo que solo Dios puede darnos...
TBS

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