Entender objetivamente lo que la vida
significa no es fácil…
Uno de los problemas que tenemos para darle
verdadero valor a la vida es que estamos demasiado acostumbrados a vivir, por lo
tanto nuestra existencia hace tiempo que dejó de ser un hecho asombroso que se
renueva de día en día. Esto, en sí mismo, es un inconveniente para tener una
percepción correcta de aquello que llamamos vida…
En Eclesiastés 9:2-6 leemos:
-
“Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento…un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos. Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto. Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán su parte en todo lo que se hace debajo del sol”.
Salomón enfatiza ese “suceso” que es
común a todos los hombres y delinea una verdad que para algunos puede sonar
macabra pero que es nada más y nada menos que la cruda realidad:
-
“Porque los que viven saben que han de morir” (Eclesiastés 9:5)
¿Es necesario hablar de la muerte para
referirnos a la vida?, se preguntará usted mientras desliza una risita nerviosa…
La respuesta es simple: “Si, es necesario porque solo la muerte nos da el
contraste perfecto para que entendamos la vida…” No nos gusta hablar de
ella, pero cuando tomemos conciencia de su llegada inevitable estaremos en
condiciones de entender de qué se trata la existencia humana.
No tenemos demasiadas certezas, excepto una:
Un día partiremos de este mundo, y cuando ese momento llegue, terminará nuestra
participación concreta en lo que se realiza cada día. Nuestra existencia se
desarrollará a partir de entonces en una dimensión diferente, y nuestros hechos,
sin importar si fueron loables o lamentables, solo serán un recuerdo que se
disipara con el paso de los años…
Sé que este razonamiento es duro, pero es
bíblico, y no debemos asustarnos ante él si nuestra esperanza está puesta en la
Eternidad que la Obra de Cristo nos asegura. Pero, debe servirnos para ver la
vida desde un ángulo diferente; cada segundo es un regalo, respirar es
maravilloso, tener la oportunidad de jugar con nuestros hijos o una mascota es
una experiencia insuperable, degustar una rica comida es algo especial…
concretamente: ¡Vivir es un privilegio que tenemos SOLO POR HOY!… Como si fuera
una oferta imposible de desechar, cada día llega para que le saquemos el mayor
jugo posible porque no sabemos si habrá un mañana…
¡Tenemos tanto para aprender acerca de la
vida…! ¿Entiende de qué se trata? La vida es un privilegio HOY… Mañana puede ser
un recuerdo…
Recordemos: Disfrutaremos
mejor de la vida si entendemos su justo valor…
DECH
No hay comentarios:
Publicar un comentario