domingo, 15 de julio de 2012

Hasta el fin

El creador de unos famosos personajes ilustrados que comenzaron gráficamente y luego fueron desarrollados en numerosas películas y cortos animados, habiendo cumplido ya 82 años dice: “El tiempo solo pasa para acumular experiencias y crear sin parar a partir de ellas... habrá acción y movimiento hasta que Dios quiera que funcione bien el cerebro... ya voy a tener tiempo para quedarme quieto...”

Muchas personas de muy larga edad, desarrollan sus actividades sin considerar el cese laboral o la jubilación. Se sienten vivas si trabajan y producen; piensan que si tienen lucidez y fuerzas pueden continuar soñando, proyectando, ofreciendo lo mejor que saben hacer. 

¿Cómo actuamos en referencia a la Obra de Dios? ¿Consideramos esta alternativa de dar lo mejor mientras tengamos vida y fortaleza, capacidad física e intelectual? ¿O tratamos de “jubilarnos lo más pronto posible”?

El Apóstol Pablo proclamaba esta idea en cuanto a su experiencia:

  • “Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos” (2 Corintios 4:1)
  • “Quiero que sepáis, hermanos que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio” (Filipenses 1:12)

Consideraba que todo lo aprendido y recibido era útil para trabajar, servir al Señor y compartir Su Palabra a un mundo necesitado:
  • “...según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres sino a Dios, que prueba nuestros corazones” (1 Tesalonicenses 2:4)
  • “Porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don...” (1 Corintios 1:5-7)

Mientras tengamos vida, somos responsables de la tarea encomendada:
  • “Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo” (1 Timoteo 6:13-14)
  • “Por lo tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía” (Santiago 5:7-8)
  • “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (Efesios 5:15-16)
  • “Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación” (1 Pedro 1:17)

Si actuamos fielmente, esto llevará a los demás a tener la visión correcta sobre nuestra vida y nuestro trabajo:
  • “Así que, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel” (1 Corintios 4:1-2)

Que podamos decir, como el Señor Jesucristo durante su estadía en la tierra:
  • “...Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” (Juan 5:17)

Recordemos: Mientras estemos en la tierra, tenemos algo que ofrecer al Señor y a los demás.

TBS

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