lunes, 9 de julio de 2012

Salvación... ¿Dónde?

El artículo hablaba sobre el medio ambiente: “¿La salvación es tecnológica?” y en el desarrollo de la nota, se combinaban un tremendo error junto a una verdad absoluta.

El error estaba condensado en la siguiente declaración: “Evidencias arqueológicas sugieren que la forma de las manos del hombre moderno, con sus pulgares y sus dedos más cortos, le permitió caminarmás erecto y así evolucionar”

La verdad se expresaba con estas palabras: “Aún cuando la capacidad del ser humano de alterar el medio ambiente se haya intensificado a lo largo del último siglo, esa tendencia es antigua... las crisis ecológicas son resultado de la actividad de hombres y mujeres”

En primer lugar consideremos que si creemos en la Creación de Dios, no creeremos en la mentira de la evolución humana, ya que el ser humano fue creado a imagen y semejanza de su Creador, y muy lejos de ser igual o semejante a un primate:

  • “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó... Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente... porque a imagen de Dios es hecho el hombre” (Génesis 1:26-27; 2:7; 9:6)

Posiblemente la mejor alimentación y los cuidados sanitarios le permitieron al ser humano desarrollar sus capacidades cognitivas, las cuales a su vez, lo llevaron a niveles más elevados de razonamiento y creatividad. Sin embargo fuimos creados de manera completa tal cual somos hoy en día.

Más allá de esta aclaración, es absolutamente verdadero el rol destructivo que hemos tenido y seguimos teniendo sobre la perfecta Creación de Dios:
  • “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa... espinos y cardos te producirá...” (Génesis 3:17-18)
  • “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora...” (Romanos 8:19-22)
Llegará el día en que el Señor hará un cambio radical y libertador no solamente en sus hijos, sino también en la tierra toda.
  • “Pero la salvación de los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia” (Salmos 37:39)
Recordemos: Solamente en Dios hallaremos la salvación.

TBS

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